¿Qué le debo preguntar al hematólogo si tengo linfoma linfocítico pequeño (LLP) o leucemia linfocítica crónica (LLC) ?
El hematólogo es el médico especialista en la sangre y de sus componentes, en el que se incluyen las células sanguíneas y la médula ósea. La función principal consiste en diagnosticar y tratar enfermedades de la sangre como:
- Anemias
- Infecciones
- Trastornos de la coagulación
- Cánceres de sangre (leucemia y linfoma)
Además, el hematólogo analiza las células sanguíneas (eritrocitos, leucocitos y plaquetas) y su correcto funcionamiento.
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De frente a su diagnóstico
Los pacientes que han recibido su diagnóstico de linfoma linfocítico pequeño (LLP) o de leucemia linfocítica crónica (LLC) pueden entrar en un estado de negación de la enfermedad, ya que no se conoce una causa exacta que lo produce. Además, estas condiciones no presentan síntomas inicialmente debido a que es un cáncer de crecimiento lento y muchas personas no experimentan ningún cambio en su salud durante años.
Es importante al recibir el diagnóstico, informarse acerca de la enfermedad, cuáles son sus procedimientos, tratamientos, efectos secundarios y la posibilidad de salir ganador frente a la condición.
La Sociedad Americana Contra el Cáncer recomienda que los pacientes deben tener un diálogo sincero y transparente con sus médicos, deben sentirse cómodos y realizar las preguntas necesarias para comprender la enfermedad.
Preguntas en momentos claves
Existen cuatro momentos totalmente diferentes en los que se plantean diferentes preguntas para tener claridad sobre el cáncer que padece, como lo son:
- Momento en el se le diagnostica el cáncer: en esta parte, el paciente debe preguntarle a su médico sobre la etapa en la que se encuentra su cáncer y lo que significa para él. Es importante preguntar qué tipo de pruebas debe realizarse antes de decidir qué tipo de tratamiento van a emplear.
- Un plan de tratamiento: en este momento, es cuando el paciente puede preguntar sobre las opciones recomendadas de tratamiento y en qué momento lo debe comenzar. El paciente puede consultar al médico cuál es la opción que más recomienda , los riesgos y efectos secundarios de ese tratamiento. Algo importante es consultar cuanto tiempo dura el tratamiento seleccionado y las posibilidades de sobrevivencia a él.
- Durante el tratamiento: cuando se inicia el tratamiento, el paciente debe estar al tanto de lo qué se va a esperar y a qué le debe prestar atención. Dentro de las preguntas que debe plantearle al hematólogo se encuentran, qué síntomas o efectos secundarios le debe comunicar, cómo se sabe si el tratamiento está funcionando, averiguar si existen límites en las actividades diarias y cómo se pueden manejar los efectos secundarios del tratamiento.
- Después del tratamiento: en este caso el paciente puede averiguar qué síntomas debe vigilar, cuáles son las opciones si el cáncer regresa, cuándo puede retomar sus actividades personales, qué opciones existen si el tratamiento empleado no funciona y cuál es el tipo de atención médica que necesita seguir después del tratamiento.
Se recomienda hacer una lista de las dudas que se tienen con respecto a la enfermedad y hacerle saber todo a su especialista, así se puede llevar un mejor control de la condición.
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