Silvio Berlusconi, ex primer ministro de Italia falleció a sus 86 años luego de permanecer hospitalizado en el Hospital San Raffaele de Milán.
Berlusconi entró al hospital el pasado viernes 9 de junio de 2023 para una serie de controles programados por la leucemia crónica que padecía desde hace algún tiempo.
De acuerdo con el portal AS, su muerte se dio a causa de distintas complicaciones cardíacas que presentaba.
Su salud ya se había visto deteriorada, por lo que meses atrás fue hospitalizado el 4 de abril en cuidados intensivos donde permaneció casi dos semanas hasta que fue bajado a planta y posteriormente recibió el alta el 19 de mayo.
De acuerdo con la agencia AdnKronos la salud del exministro habría empeorado en las últimas fechas, por lo que sus familiares llegaron hasta el hospital la mañana del lunes donde recibieron la lamentable noticia.
Su salud en el 2023
De acuerdo con EuroNews, los médicos que trataban a Berlusconi habían asegurado que su ingreso se daba al Hospital San Raffaele para someterse a «controles programados de su conocida patología hematológica» y que su ingreso no respondía «a algún aspecto crítico ni alarma».
Berlusconi volvía así al hospital tres semanas después de recibir el alta, tras pasar 44 días ingresado por una pulmonía agravada por una leucemia que, según reveló entonces su equipo médico, padecía desde hacía tiempo.
El parte médico de su doctor de confianza, Alberto Zangrillo, reveló que Berlusconi estaba siendo tratado de una «infección pulmonar» causada por «una condición hematológica crónica de la que es portador desde hace tiempo: la leucemia mielomonocítica crónica», detalló EuroNews.
La leucemia mieloide crónica es una forma de cáncer de la sangre que puede aparecer sobre todo en personas mayores de 60 años y los médicos precisaron entonces que se estaba sometiendo a «tratamiento citorreductor especializado» y a quimioterapia.
El último adiós
Este miércoles 14 de junio, familiares, amigos y seguidores del magnate y político, fallecido el lunes 12 de junio a los 86 años debido a una leucemia, tuvieron lugar en el “Duomo”, la catedral de la capital lombarda, presididas por el arzobispo Mario Delpini.
Tanto la llegada como la partida del féretro suscitaron los aplausos de miles de sus seguidores congregados en la plaza. El funeral se realizó de forma estrictamente privada por su familia y sus socios y colaboradores más allegados en un espacio que duró poco más de una hora.
