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Conoce qué es la leucemia mieloide aguda

La leucemia es una neoplasia hematológica (cáncer de la sangre) que se desarrolla en la médula ósea, la sangre, el sistema linfático y otros tejidos. Las leucemias suelen distinguirse en agudas y crónicas, según el ritmo de progresión de la enfermedad.

En general, la leucemia se define como la presencia de cambios biológicos en las células sanguíneas (glóbulos rojos, blancos y plaquetas) que provocan un crecimiento y una proliferación incontrolados de las propias células. El nombre de leucemia deriva de la palabra griega leucos, precisamente porque la enfermedad comienza en los glóbulos blancos, las células encargadas de combatir las infecciones, que normalmente se reproducen según las necesidades del organismo.

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La leucemia mieloide aguda (AML, por sus siglas en inglés) se inicia en la médula ósea (la parte blanda del interior de ciertos huesos, donde se producen las nuevas células sanguíneas), pero con más frecuencia también pasa rápidamente a la sangre. Algunas veces se propaga a otras partes del cuerpo, incluyendo los ganglios linfáticos, el hígado, el bazo, el sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal) y los testículos. El término «agudo» se refiere a la rápida progresión de la enfermedad.

Cuando algunas de estas células inmaduras de la médula ósea sufren graves alteraciones genéticas, comienzan a proliferar de forma descontrolada, impidiendo a menudo el desarrollo de las células normales.

La aparición de los síntomas es muy precoz, desde las primeras fases de la enfermedad, hasta el punto de que en algunos casos puede ser mortal (en unas semanas o unos meses) si no se aplican rápidamente las terapias adecuadas. Sin embargo, una buena parte de las leucemias agudas, especialmente en sujetos jóvenes, pueden ser tratadas y curadas.

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Es importante conocer que existen tres tipos principales de células sanguíneas:

  • Los glóbulos rojos transportan oxígeno desde los pulmones a todos los demás tejidos del cuerpo y devuelven el dióxido de carbono a los pulmones para ser eliminado.
  • Las plaquetas en realidad son fragmentos celulares producidos por un tipo de célula de la médula ósea que se llama megacariocito. Las plaquetas son importantes para detener el sangrado, pues ayudan a tapar los orificios de los vasos sanguíneos causados por heridas o hematomas.
  • Los glóbulos blancos ayudan al cuerpo a combatir infecciones. Existen a su vez tres tipos: granulocitos, monocitos y linfocitos.

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