Alta incidencia de ansiedad y depresión en pacientes con cáncer testicular
El cáncer testicular ocurre en los testículos, que se encuentran dentro del escroto, un saco de piel floja que se halla debajo del pene. Los testículos producen hormonas sexuales masculinas y espermatozoides para la reproducción.
En la reciente Newletter de FEFOC, una fundación contra el cáncer con sede en Barcelona, España, se abordó el tema de la alta incidencia de ansiedad y depresión en pacientes con terapia hormonal.
Y es que, según indican, los pacientes con cáncer de próstata que precisan un tratamiento consistente en bloqueo hormonal sufren un riesgo importante de sufrir consecuencias psicológicas, lo que puede traer como consecuencia ansiedad y depresión.
«Ahora el grupo Liderado por Phoebe Tsao de la Universidad de Michigan en Estados Unidos de América, ha realizado una importante investigación al respecto», precisaron.
En dicha investigación, se ha procedido a un análisis exhaustivo de pacientes diagnosticados de cáncer de próstata desde 2001 a 2015. Estos datos se han tomado de la base de datos Clininformatics Mart, que se considera representativa de diversos tipos de pacientes, de diferentes edades y modalidades económicas en sus prestaciones de salud.
En este estudio se analizaron pues datos de los pacientes con cáncer de próstata. Los investigadores
seleccionaron los 37388 pacientes tratados con bloqueo hormonal. Entre éstos hallaron que el 10,6% tenían un diagnóstico establecido de ansiedad o depresión. Al valorar datos sobre si este grupo había recibido algún tratamiento psicológico y/o psiquiátrico, 1892 (es decir, el 47,7%) no habían recibido ningún tratamiento documentado. 10 (0,3%) recibieron psicoterapia, y los demás psicofármacos. Entre este último grupo a 33.3% (es decir 1321 hombres) les recetaron un antidepresivo (inhibidor de la recaptación de serotonina), mientras que a 744 (18.8%) un ansiolítico, en concreto benzodiacepinas.
El tiempo medio que los hombres con bloqueo hormonal tardaron en obtener un diagnóstico de ansiedad o depresión fue de 9,3 meses, después de iniciar la terapia. En general, fueron los médicos de
familia quienes prescribieron los psicofármacos (72%). Es interesante señalar que el porcentaje de pacientes que recibieron tratamiento para su salud mental (47,7%) fue similar al de hombres sin cáncer
de próstata (49,1%). Sin embargo, fue una cifra significativamente inferior a la de hombres con cáncer de próstata con otros tratamientos (52,7%).
Los autores señalan que hay que investigar más a fondo estos datos y pensar en futuras investigaciones
que puedan aportar más información sobre el tratamiento de problemas de salud mental en hombres con cáncer de próstata en general, y con tratamiento hormonal en particular. Como se ha podido ver en los datos, muy pocos reciben psicoterapia.
Fuente: FEFOC