Donación de sangre está asociada a beneficios contra el cáncer

Donar sangre tiene múltiples beneficios para el organismo, entre ellos encontramos: mejora el flujo sanguíneo, ayuda a depurar triglicéridos, reduce el riesgo de padecer infartos y eventos cardiovasculares, estimula la producción de nuevas células sanguíneas en el cuerpo, equilibra los niveles de hierro en la sangre y ofrece información sobre nuestro estado de salud actual.
Nuevos estudios han sugerido que la donación frecuente de sangre puede dar lugar a cambios genéticos que protegen a algunas células madre para que no se vuelvan cancerosas.
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¿En qué consiste?
Científicos del instituto Francis Crick llevaron a cabo un estudio que se publicó en Blood. Consistió en estudiar las muestras de sangre de los donantes más frecuentes, allí evidenciaron mutaciones genéticas en las células progenitores que se convierten en glóbulos rojos, mutaciones que podrían mejorar la respuesta del cuerpo ante la pérdida de sangre sin aumentar el riesgo de cánceres asociados con la sangre como la leucemia.
En esta investigación no se le ha prestado mucha atención a la forma en que la donación de sangre podría influir en la salud de los donantes frecuentes y más cuando se trata de sus células progenitoras hematopoyéticas, las cuales son las que reemplazan a cada tipo de célula madura en la sangre.
Los expertos decidieron hacer el análisis de células hematopoyéticas recogidas de 200 donantes frecuentes mayores, gente que ha donado más de 100 veces en su vida. Se comparó con las células hematopoyéticas de donantes esporádicos que tienen una edad parecida, los cuales habían donado menos de 10 veces.
Hallazgos
En el momento en que maduran nuestras células hematopoyéticas, en ocasiones se desarrollan mutaciones que dan como resultado a una población aparte de células sanguíneas que tienen leves diferencias genéticas con respeto a las otras. A esto se le denomina hematopoyesis clonal (HC) y las poblaciones se llaman clones.
La HC es más común a medida que envejecemos, usualmente no es perjudicial. Muy pocas veces los clonos tienen mutaciones que las predisponen a volverse cancerosas. Los expertos evidenciaron que los donantes frecuentes tenían la misma probabilidad de desarrollar HC que los esporádicos.
En los análisis realizados con profundidad, mostraron que los clonos de donantes frecuentes tenían mutaciones diferenciadas de las que exhibía el grupo de control en particular en un gen llamado DNMT3A (área común de cambio genético en la HC). Los cambios parecían mejorar la capacidad de las células para regenerar nuevas células sanguíneas en condiciones de estrés como la pérdida de sangre.
Finalmente, los expertos señalaron que no es claro que las mutaciones que han descubierto previenen el cáncer, hacen falta más estudios e investigaciones para llegar al punto del problema.
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