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Científico boricua busca aprobación de prueba que detecta el cáncer cervical

LifeGene-Biomarks, laboratorio puertorriqueño dedicado al descubrimiento y desarrollo de pruebas moleculares para la prevención del cáncer, recibió una subvención del programa Small Business Innovation Research de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) para comercializar el Cervical/MethDX, una prueba molecular para la detección del cáncer cervical. 

En entrevista con BeHealth el director científico del laboratorio, Rafael Guerrero Preston, explicó que esta prueba de patología molecular reduce la cantidad de biopsias innecesarias. 

«Ya sabemos cómo prevenir y cómo tratar el cáncer cervical. Así que, es inaceptable que se muera una sola mujer por cáncer cervical. Sin embargo, en el planeta se muere una mujer cada dos minutos a causa de este cáncer».

Atendiendo esta necesidad -que el científico relaciona a la falta de coordinación entre las entidades involucradas en la realización de las pruebas-, el equipo de investigación de LifeGene-Biomarks empezó a trabajar hace doce años en el desarrollo de esta prueba molecular. 

Para la elaboración de la prueba se realizó un estudio de todo el genoma de mujeres con cáncer cervical y mujeres sanas para identificar los cambios epigenéticos. Con base a los resultados obtenidos se desarrolló la prueba molecular Cervical/MethDX publicada en el año 2014.

“Los cambios epigenéticos que se analizan a través de estas pruebas son cambios que ocurren muchos años antes de que la persona o los médicos puedan identificar un signo o una señal de que el paciente tiene cáncer. Son los primeros cambios que suceden cuando las células se transforman en una cédula precancerosa. Mientras más rápido se pueda identificar ese cambio más rápido se puede empezar el tratamiento”.

Del mismo modo, el doctor afirmó que algunos de estos cambios epigenéticos pueden ser reversibles a través de la dieta, el ejercicio, el descanso y la meditación.

Luego de la publicación de la  prueba (2014), en el 2016 aprobaron la patente y en 2019 el NIH le dio al laboratorio una subvención de dos años y medio para realizar estudios adicionales, con el fin de presentar estos resultados ante la FDA y obtener la certificación 510(K). Esta certificación permite utilizar la prueba junto al examen del virus del papiloma humano (VPH) y la prueba de papanicolaou o citología vaginal.

En palabras de Guerrero la prueba funciona del siguiente modo:

“Nosotros analizamos los cambios en tres genes y si la prueba sale positiva, significa que la paciente tiene altas probabilidades de una lesión premaligna que requiere de una biopsia para determinar qué tipo de lesión es, pero si el resultado es negativo la mujer no necesitará realizarse la biopsia”.

El científico hace hincapié en la importancia de asistir a las clínicas de tamizaje y resalta que su aporte con la prueba molecular es una herramienta que le permite a las clínicas ofrecer un mejor servicio y a la vez evitar procedimientos innecesarios.

Guerrero deja en alto el nombre de Puerto Rico, no solo ha desarrollado esta prueba molecular, también han solicitado quince patentes de las cuales seis han sido aprobadas. Entre las aprobaciones se destacan una para el cáncer de cuello uterino, cáncer gástrico y tumores de la cavidad oral. Y para aquellos países donde es reducido el acceso a otro tipo de pruebas, desarrollaron una patente para cuantificar el número de virus de papiloma humano a través de la orina.

“Si aprendemos a entender los cambios epigenéticos podría ser un gran adelanto en términos de prevención y promoción de la salud”, finalizó.

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