En su diferentes métodos de tratamientos, prevención y cuidados, se halló que los champiñones blancos podrían prevenir la progresión del cáncer de próstata. El champiñón es un hongo formado por un sombrero de forma semiesférica o plana y pie cilíndrico, normalmente es de color blanco; se consume tanto fresco como en conserva, es decir, crudo o cocinado. Son bajos en calorías por lo que es recomendado en dietas hipocalóricas, además, aportan proteínas, vitaminas sobre todo del grupo B, minerales y fibra. Se considera que el champiñón es un buen antidepresivo y anti cancerígeno.

Estudio

Un equipo de investigadores pertenecientes a City of Hope, una de las instituciones más prestigiosas en investigación del cáncer en Estados Unidos, ha revelado en un reciente estudio que a través de un ensayo clínico fase 2, se ha identificado un suplemento basado en champiñón blanco, el cual podría contar con la capacidad de frenar e incluso prevenir la propagación del cáncer de próstata.

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Este es un descubrimiento que está respaldado por estudios preclínicos y datos preliminares realizados en humanos, además, abre nuevas puertas a la oncología integrativa el cual tiene como enfoque combinar tratamiento tradicionales con terapias que se basan en alimentos y extractos naturales.

En el estudio se evidenció cómo el champiñón blanco tiene la capacidad de reducir los niveles de células supresoras que se derivan de mieloides (MDSC), son un tipo de células inmunes relacionadas con la progresión del cáncer.

Por otra parte, es un estudio que se ha realizado en modelos animales, allí los investigadores han demostrado que el extracto de champiñón blanco no solo retrasó el crecimiento tumoral, sino que también mejoró la capacidad del sistema inmunológico para combatir el cáncer.

Resultados

En este caso, los ratones que fueron tratados con esta técnica, mostraron una mayor supervivencia y una respuesta robusta de las células T, células clave en la inmunidad antitumoral. Sin embargo, en los humanos también se presentaron resultados iniciales positivos.

Para finalizar, se analizaron las muestras de sangre de los participantes del ensayo clínico, en donde se pudo observar el aumento en las células T y células asesinas naturales junto a la disminución en MDSC. Ahora bien, este es un estudio que aún sigue en curso, en el que continúa la examinación del champiñón blanco en pacientes con cáncer de próstata.

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La investigación abarcó varias décadas, ya que el cáncer de próstata suele desarrollarse lentamente. Para ello, los investigadores analizaron el uso de 295 pesticidas en diferentes condados de Estados Unidos entre 1997 y 2001, y compararon esos datos con las tasas de cáncer de próstata registradas entre 2016 y 2020. Este enfoque permitió considerar el tiempo estimado de 10 a 18 años que puede transcurrir entre la exposición a carcinógenos y la aparición de la enfermedad.

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Principales conclusiones

El análisis identificó 22 pesticidas asociados con un mayor riesgo de cáncer de próstata. Entre ellos, tres —incluido el 2-4-D, ampliamente utilizado en Estados Unidos— ya habían sido relacionados previamente con esta enfermedad. Los demás pesticidas incluyen diez herbicidas, varios fungicidas e insecticidas, y un fumigante de suelo.

Cuatro sustancias en particular —trifluralina, cloransulam-metilo, diflufenzopir y tiametoxam— mostraron un vínculo más significativo con el desarrollo y la mortalidad por cáncer de próstata.

No obstante, solo la trifluralina está clasificada por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) como un “posible carcinógeno humano”. Las otras tres sustancias tienen designaciones menos restrictivas, clasificadas como “no probables de ser cancerígenas” o con evidencia de “no carcinogenicidad”.

Que pasa en la salud pública

“La investigación destaca la importancia de analizar las exposiciones ambientales, como el uso de pesticidas, para comprender mejor las diferencias geográficas en las tasas de incidencia y mortalidad por cáncer de próstata en Estados Unidos”, explicó Soerensen en un comunicado.

El objetivo, según el especialista, es avanzar en la identificación de factores de riesgo y en el diseño de estrategias para disminuir la cantidad de hombres afectados por esta enfermedad.

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A pesar de la asociación encontrada, los investigadores señalaron que el estudio no demuestra una relación de causa y efecto entre los pesticidas y el cáncer de próstata. Esto deja la puerta abierta para realizar investigaciones adicionales que refuercen o descarten los hallazgos actuales y para revisar las regulaciones existentes.

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Recientemente, una noticia impactó al mundo deportivo, en especial al ciclismo. El ex ciclista Sir Chris Hoy, en una entrevista con el diario The Sunday Times, relató que fue diagnosticado de cáncer terminal y su pronóstico de vida es de entre dos y cuatro años. 

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¿Quién es Sir Chris Hoy?

Sir Chris Hoy es catalogado como una leyenda del ciclismo internacional. El exciclista británico, quien participó en cuatro ocasiones en los Juegos Olímpicos en los cuales ganó una medalla de plata en velocidad en Sidney 2000; obtuvo la presea dorada en la prueba de kilómetro en Atenas 2004; llegó al podio obteniendo el oro en Pekín 2008 y dos preseas doradas en Londres 2012.

En su historia, el deportista olímpico cuenta con once títulos mundiales del ciclismo y en el año 2013 decidió dejar las dos ruedas de manera profesional. Actualmente, es el deportista olímpico más laureado solo tras el ciclista Jason Kenny, una de las personalidades deportivas más queridas en el Reino Unido.

Sobre su enfermedad 

En noviembre de 2023, el exdeportista acudió al médico debido a dolores en el hombro, donde tras varios exámenes se le detectó un tumor. El origen del tumor resultó ser una metástasis de un cáncer de próstata, que ya había afectado también la pelvis, las caderas y la columna vertebral. El cáncer está en fase 4, lo que lo hace incurable. 

Fases del cáncer de próstata

Fase 1: Sucede cuando se encuentra en una parte de próstata, esta fase se conoce como cáncer de próstata localizado. No se puede sentir durante un examen rectal digital o verse en pruebas de imagenología; si el PSA es menor a 10 y el puntaje de Gleason es de 6 o menos, la fase 1 probablemente crecerá lentamente.

Fase 2: En esta fase el cáncer está más avanzado, no se ha diseminado más allá de la próstata y se sigue llamado localizado. Las células son menos normales que las células en la fase 1 y pueden crecer más rápido. Ahora bien, existen dos tipos de cáncer en fase 2:

• Fase IIA: se visualiza en un solo lado de la próstata.
• Fase IIB: se puede encontrar en ambos lados de la próstata.

Fase 3: En esta fase se ha diseminado más allá de la próstata hacia el tejido local, además, se puede haber diseminado en las vesículas seminales. La fase 3 se conoce como un cáncer de próstata localmente avanzado.

Fase 4: El cáncer se ha diseminado a partes distintas del cuerpo, puede estar en los nódulos linfáticos o huesos cercanos, con frecuencia en la pelvis o la columna; se pueden comprometer otros órganos como la vejiga, hígado o pulmones.

El cáncer de próstata es uno de los tipos más comunes de cáncer. En muchas ocasiones, esta condición crece lentamente y permanece limitado a la glándula prostática en donde pueden no causar un daño tan grave. Cuando este cáncer es detectado a tiempo, tienen muchas probabilidades de tener un tratamiento exitoso.

Cuando el cáncer de próstata se encuentra avanzado puede presentar los siguientes síntomas:

• Problemas para orinar
• Disminución en la fuerza del flujo de la orina
• Sangre en la orina
• Sangre en el semen
• Dolor de huesos
• Pérdida de pesos sin intentarlo
• Disfunción eréctil.

Detección de Cáncer

La detección temprana del cáncer de próstata se puede dar cuando se encuentra en sus etapas iniciales a menudo permite contar con más opciones de tratamiento, en algunos casos de la enfermedad surgen signos y síntomas que pueden ser notados y permiten contrarrestar la enfermedad.

El cáncer de próstata frecuentemente se puede encontrar en sus comienzos mediante el análisis del antígeno prostático específico (PSA) en la sangre de un hombre; el examen mediante tacto rectal (examen digital del recto, DRE) es otra manera de encontrar temprano el cáncer de próstata; en esta prueba el médico introduce en el recto un dedo cubierto con un guante lubricado para palpar la glándula de la próstata.

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El cáncer de testículos “es un cáncer de muchachos jóvenes, de entre 20 y 30 años. Se puede encontrar más adelante (en la vida), pero ese es el pico (de mayor incidencia). Es un cáncer bien curable, aún en estado metastásico. El ejemplo más grande es Lance Amstrong, el famoso ciclista profesional, que cuando lo diagnosticaron tenía metástasis al cerebro, y está vivo”, explicó la especialista.

La doctora Feliciano detalló que se trata de un cáncer dentro del sistema genital del hombre. “Pero no tiene que ver con el sistema urinario y tampoco hay una prueba de cernimiento”, mencionó. Generalmente el paciente lo detecta mientras se está bañando, al palpar un testículo más grande que el otro o un bulto, y decide buscar atención médica.

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Aún la ciencia estudia las causas de la enfermedad. Por el momento, un factor de riesgo en común identificado en muchos pacientes es nacer con un testículo que no se ha desarrollado completamente. Este no se encuentra entre las 10 causas de muerte principales en el mundo ni en Puerto Rico.

Feliciano también trajo a la atención que muchas personas jóvenes están desarrollando diferentes tipos de tumores cancerosos. “Hay que preocuparse por todo, pero este en específico (el de testículos) no está entre las principales causas de muerte y quizá por eso no hay pruebas de cernimiento”.

Mientras tanto, el cáncer de colon es el tercero de mayor incidencia en mujeres y hombres en Puerto Rico. “Es preocupante la alta incidencia tanto en hombres como en mujeres. Es uno de los tipos de cáncer que más hemos estudiado y actualmente hay muchas drogas nuevas, muchos tipos de tratamiento”, dijo la oncóloga, quien mencionó que hace 20 años, los casos de cáncer de colon en estadio cuatro tenía una expectativa de vida de seis meses. Hoy día, hay pacientes con una tasa de supervivencia que sobrepasa los cuatro años y disfrutan de calidad de vida.

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Luego, pacientes y cuidadores hicieron preguntas que les ayudaron a aclarar dudas acerca de los diversos tratamientos y pruebas disponibles y recomendadas; la alimentación adecuada, mitos y realidad sobre lo que pueden y deben comer.

«No hay seres humanos iguales, por lo que los tratamientos tampoco son iguales para todos», aclaró la doctora, quien detalló que si se detecta cáncer, el próximo paso es realizar un MRI. De acuerdo al resultado, se hace una biopsia y luego se evaluación el tratamiento adecuado.

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El cáncer de próstata es el tipo de cáncer más común entre los hombres en Puerto Rico, representando casi un tercio de todos los diagnósticos de cáncer masculino, según datos del informe más reciente de la Oficina de Registro de Cáncer de Puerto Rico (2016-2020). A pesar de estas cifras, el cáncer de próstata no es una sentencia de muerte. Cuando se detecta en sus primeras etapas, las probabilidades de un tratamiento exitoso y de una vida prolongada aumentan significativamente.

El Dr. Humberto Guiot, Director Ejecutivo del Centro Comprensivo de Cáncer (CCCUPR), insta a todos los hombres a tomar medidas proactivas para cuidar de su salud. «El cáncer de próstata es una enfermedad seria, pero también es tratable cuando se detecta temprano. Exámenes sencillos como el antígeno prostático específico (PSA) y el examen rectal digital (DRE) son herramientas poderosas que nos permiten identificar el cáncer en sus etapas iniciales, antes de que se propague y se vuelva más difícil de tratar. Es vital que los hombres, especialmente aquellos a partir de los 50 años o a partir de los 45 años en caso de tener antecedentes familiares o ser afrodescendientes, hablen con sus médicos sobre estas pruebas», explicó el doctor Guiot.

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El Centro Comprensivo de Cáncer también resalta la importancia de mantener un estilo de vida saludable como una forma de reducir el riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Comer una dieta balanceada, rica en frutas y verduras, junto con la realización de ejercicio físico regular, son componentes esenciales en la prevención del cáncer.

La misión del Centro Comprensivo de Cáncer es tratar a aquellos que ya han sido diagnosticados y educar a la comunidad para prevenir el cáncer antes de que se desarrolle. A través de programas educativos y recursos accesibles, el CCCUPR busca empoderar a la población masculina de Puerto Rico para que tome decisiones informadas sobre su salud.

Para más información sobre la detección del cáncer de próstata o para programar una consulta, por favor contacte al Centro Comprensivo de Cáncer de la Universidad de Puerto Rico al 787-772-8300 ext. 1255 o 1259 para Oficina de Alcance y Participación Comunitaria, para citas médicas llame al 787-964-1477. 

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*Aumentar la concienciación pública sobre dicha enfermedad (no siempre alcanzado, en buena parte por la actitud masculina, con sus protagonistas exteriorizando escasamente sus problemas -en especial los relacionados con la afectación sexual- refugiándose anónimamente en internet. Como colofón, obsérvese la ausencia casi total de famosos con cáncer de próstata (reconociéndolo públicamente), en claro contraste con las numerosas mujeres famosas con cáncer de mama reconocido.

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*Facilitar el diagnóstico precoz (aún no se ha superado la controversia al respecto, en buena parte debido a la inespecificidad del PSA y a los efectos secundarios de la prostatectomía).

*Educar sobre sus factores de riesgo y síntomas alarmantes (un objetivo poco realista, si se tiene en cuenta la ausencia de síntomas alarmantes específicos del cáncer de próstata).

*Exigir mayores medios para la investigación (por supuesto).

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Obsérvese la curiosa ausencia de mención de la prevención del CP como objetivo, ya que, aparte de la testosterona, no conocemos factores tipo tabaco/cáncer de pulmón equiparables en cáncer de próstata, por lo que, si no se investigan y objetivan dichos factores, la prevención no puede existir y no existirá mientras los que disponen de los recursos no establezcan planes prolongados. Recuérdese al respecto los muchos años que transcurrieron hasta que Doll y Hill demostraron que el tabaco era la causa principal del cáncer de pulmón. La investigación en general, requiere fondos pero también tiempo ilimitado para los investigadores y no interferencias por parte de los donantes.

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La verdad es que no hay una solución única para todos cuando se trata de abordar esta enfermedad. Cada hombre tiene que sopesar diferentes factores antes de tomar una decisión: su edad, su estado de salud general, si el cáncer podría causarle problemas, entre otras. Y luego está la gran pregunta: ¿qué tipo de efectos secundarios está dispuesto a afrontar?

Además, se deben tener en cuenta los posibles efectos secundarios del tratamiento y su impacto en la calidad de vida. Algunos hombres pueden desear evitar efectos secundarios como la incontinencia o la disfunción eréctil, mientras que otros pueden priorizar la eliminación o el control del cáncer.

¿Qué opciones hay?

En casos de cáncer de crecimiento lento en hombres mayores o con condiciones médicas graves, puede ser beneficioso considerar el cáncer de próstata como una enfermedad crónica que no necesariamente causará la muerte, pero que puede generar síntomas indeseados. En estos casos, la observación activa o la vigilancia pueden ser opciones viables, mientras que tratamientos con riesgos mayores, como la radioterapia o la cirugía, pueden no ser la mejor elección.

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Para hombres más jóvenes y saludables, la cura puede ser una prioridad, y pueden estar dispuestos a asumir los posibles efectos secundarios del tratamiento. Aunque la cirugía, la radioterapia externa y la braquiterapia tienen tasas similares de curación en etapas tempranas del cáncer de próstata, cada uno conlleva riesgos y beneficios que deben ser considerados.

En años recientes, la decisión entre opciones de tratamiento se ha vuelto más compleja debido al desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas y de radioterapia, como la prostatectomía asistida por robot y la radiación con rayos de protones. A pesar de su promesa, la información a largo plazo sobre estos tratamientos es limitada, lo que dificulta la comparación de su eficacia y efectos secundarios.

Tomar decisiones relacionadas con el tratamiento puede ser desafiante, y buscar apoyo de familiares, amigos y grupos de apoyo puede ser beneficioso. Además, obtener segundas opiniones médicas, incluso de diferentes especialistas, puede brindar una perspectiva más amplia.

Al considerar las opciones de tratamiento, es importante reflexionar sobre factores personales, preferencias y tolerancia al riesgo. No existe una única opción ideal, por lo que es fundamental tomarse el tiempo necesario para evaluar todas las opciones y tomar una decisión informada que se ajuste a las necesidades individuales.

Al final del día, lo que importa es encontrar la opción que se ajuste mejor a las necesidades y deseos personales.

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¿Qué indica el PSA?

Antes de comenzar el tratamiento, es esencial hablar con tu médico sobre qué niveles de PSA esperar durante y después del tratamiento, así como qué niveles podrían ser motivo de preocupación. Sin embargo, es crucial comprender que el PSA es solo una pieza del rompecabezas; otros factores también juegan un papel importante en determinar si el cáncer sigue presente, está creciendo o ha regresado.

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Los niveles de PSA pueden fluctuar ligeramente por sí mismos, incluso durante o después del tratamiento, lo que significa que no siempre son un indicador confiable del estado del cáncer. Es comprensible que muchos hombres se preocupen por incluso los más mínimos cambios en sus niveles de PSA. Sin embargo, es esencial entender qué cambios en su PSA podrían ser motivo de preocupación para su médico, para evitar ansiedades innecesarias.

¿Qué niveles esperar?

Durante la etapa de observación o vigilancia activa, si eliges esta opción, tu nivel de PSA será monitoreado de cerca, junto con otras pruebas, para determinar si el cáncer está creciendo y si se necesita tratamiento adicional. Tu médico prestará atención tanto al nivel de PSA como a la velocidad a la que aumenta, y es crucial seguir sus recomendaciones sobre cuándo tomar medidas adicionales.

Después de una prostatectomía radical, es de esperar que su PSA disminuya significativamente en los meses posteriores a la cirugía. Sin embargo, es posible que persistan niveles bajos de PSA, lo que no siempre indica la presencia de cáncer residual. Si tienes preocupaciones, asegúrate de discutirlas con tu médico.

En el caso de la radioterapia, los niveles de PSA tienden a disminuir gradualmente en el transcurso de varios años. Los niveles de PSA después de la radiación tienden a disminuir lentamente y pueden tardar hasta dos años o más en alcanzar su nivel más bajo. Los médicos seguirán de cerca los niveles de PSA para detectar cualquier cambio significativo que pueda indicar la necesidad de tratamiento adicional.

Cuando se trata de cáncer de próstata avanzado, como en el caso de la terapia hormonal, la quimioterapia o la inmunoterapia, los niveles de PSA pueden ayudar a evaluar la eficacia del tratamiento y determinar cuándo es el momento de considerar otras opciones. Aunque los niveles de PSA son importantes, también se deben considerar otros factores, como los síntomas del paciente y los resultados de los estudios por imágenes.

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• Qué tan anormales se ven las células cancerosas bajo el microscopio. Esto se llama el grado del cáncer.
• El tamaño del cáncer y si se ha diseminado. Esto se llama la etapa.

Esto ayuda a tu médico a decidir qué tratamiento necesitas. Otra forma en que los médicos pueden describir tu cáncer es como localizado, localmente avanzado o avanzado.

Así que hoy te compartimos cuáles son los diferentes tipos de cáncer de próstata, los más comunes y en qué se diferencian.

Adenocarcinoma de la próstata, el más común

Este es el tipo más común de cáncer de próstata y se origina en las células glandulares que recubren la próstata y sus conductos. Estas células producen el líquido prostático que se combina con el semen. Los adenocarcinomas son el tipo más común de cáncer de próstata. Casi todas las personas con cáncer de próstata tienen este tipo. El adenocarcinoma de la próstata se subdivide en dos categorías:

• Adenocarcinoma acinar de la próstata: La forma más común de adenocarcinoma de la próstata, que se desarrolla en las células glandulares que recubren la próstata.
• Adenocarcinoma ductal de la próstata: Menos común pero más agresivo, comienza en las células que revisten los conductos de la próstata. Tiende a crecer y propagarse más rápidamente que el tipo acinar.

Carcinoma de células transicionales de la próstata

Este tipo de cáncer comienza en las células que recubren el conducto por donde se transporta la orina hacia fuera del cuerpo, la uretra. Aunque suele comenzar en la vejiga y luego extenderse a la próstata, en raras ocasiones puede originarse en la próstata y propagarse a la entrada de la vejiga y tejidos cercanos.

Esto a veces se denomina carcinoma urotelial de próstata. Entre 2 y 4 de cada 100 cánceres de próstata (entre un 2 y un 4%) son de este tipo.

Carcinoma de células escamosas de la próstata

Los cánceres de células escamosas de la próstata se desarrollan a partir de células planas que recubren la próstata. Estos tienden a crecer y propagarse de manera más rápida que el adenocarcinoma de la próstata y son extremadamente raros. Menos del 1% — tal vez menos del medio por ciento de los hombres con cáncer de próstata tienen este tipo. Comienza en las células planas que cubren la próstata. Al igual que el carcinoma de células pequeñas, también es una forma más rápida y agresiva.

Cáncer de próstata de células pequeñas

Este tipo de cáncer de próstata se clasifica como un tipo de cáncer neuroendocrino. Este tipo de cáncer es más común en los pulmones. Los carcinomas de células pequeñas representan aproximadamente el 1% de los cánceres de próstata. Se desarrolla en células pequeñas y redondas en la próstata y puede propagarse muy rápidamente. Por lo general, ya se ha diseminado a otras partes del cuerpo, como los huesos, en el momento en que los médicos lo diagnostican. Su pronóstico generalmente es desfavorable.

Otros tipos de cáncer de próstata raros

Existen otros tipos de cáncer de próstata extremadamente raros, como los sarcomas y los linfomas, que se originan en tejidos diferentes de la próstata y representan una pequeña fracción de los casos.

Recuerda que la identificación precisa del tipo de cáncer de próstata es esencial para determinar las opciones de tratamiento más adecuadas. Además de categorizarlos por tipo celular, los médicos también evalúan la etapa y el grado del cáncer para desarrollar un plan de tratamiento individualizado. Aunque el adenocarcinoma de la próstata es el más común, la investigación continúa para comprender mejor y tratar de manera efectiva los tipos de cáncer de próstata menos comunes.

Fuentes: Cancer Research, WebMd.

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